
Mientras la ministra Cabrona sigue removiendo la sospechosa moñiga del lince, al más puro estilo felipista, salta el notición: aparece en la madrileña Plaza de Colón una caquita del líder mesiánico Arzallus, cabeza de la intelectualidad aberchale.Según fuentes poltroneras, Rodríguez se ha apresurado a pedir que alguien le escriba una carta...