Me comentaba hace poco una profesora de derecho de Sevilla cómo asistía cada año a la degeneración educativa de sus alumnos. El progresismo mesiánico, enarbolando la defensa del individuo cenutrio, fabrica sus futuros complacientes con el beneplácito de la afición.
Ponga un tonto en su urna... que aquí paz y después gloria. La gloria de los entronados, se entiende, porque a esta España nuestra no le queda otra que la de ver cómo se manipula al imbecil, que se reproduce por esporas.
Mi querida profesora me pormenorizaba como vio desaparecer las tildes de los bolígrafos de sus alumnos hace ya varios años y cómo la gramática abreviada de los mensajes telefónicos se adueñaba poco a poco de sus exámenes hasta dejar de ser una excepción jocosa.
Después de lamentar esta incapacidad en el manejo del lenguaje, mi amiga reconocía avergonzada haber tenido que aprobar exámenes de un nivel tan pobre que no valdrían ni para aderezar un programa de gazapos estudiantiles. El presidente de la Junta le ha dicho al consejero de Educación que le diga a los rectores que tienen que aprobar los niños como sea. Los "flojitos" de mollera también, por favor.
Hoy día, una simple licenciatura sólo significa que menganito ha estado cinco años matriculándose en la universidad... y que tiene un título bajo el brazo que no acredita nada más que todavía no sabe nada.
¡Quieto ahí! ¡Que me lo traigan, que ya vota!
Luego te encuentras con que, como me contaba otro profesor (éste, ingeniero en Madrid), el 60% de los alumnos que asistieron a un reciente curso de verano sobre energías renovables no sabían lo que era el Cambio Climático. Entiendo que al curso acudían los más motivados, empeñados en invertir sus vacaciones en seguir... "aprendiendo", con lo que los resultados que se podían obtener de esa misma prospección entre el total de futuros ingenieros podrían ser escandalosos.
En totá, pisha, que el timo de la estampita sólo funciona con los tontos del bote y para seguir metiéndo la papeleta del puño y la rosa en el sobre de la mayoría cada cuatro años hay que seguir dándole a la manivela de hacer acémilas, no se vayan a dar cuenta. Así nos luce el pelo. Que la gente esta ciega de pura ignorancia. Cuando salga lo del golpe del 11-M nos vamos a reir... del vecino que se lo creyó.
Eso sí, ande yo caliente... Me acuerdo cuando cuando antes asustaban a los maduritos con eso de que "las generaciones futuras vienen pegando fuerte. Con tanta carrera, master y curso de postgrado nos terminarán llevando al paro". Ja, ja, me río yo. Con estos cenutrios que vienen detrás, nos van a pedir de rodillas que no nos vayamos.
Ponga un tonto en su urna... que aquí paz y después gloria. La gloria de los entronados, se entiende, porque a esta España nuestra no le queda otra que la de ver cómo se manipula al imbecil, que se reproduce por esporas.
Mi querida profesora me pormenorizaba como vio desaparecer las tildes de los bolígrafos de sus alumnos hace ya varios años y cómo la gramática abreviada de los mensajes telefónicos se adueñaba poco a poco de sus exámenes hasta dejar de ser una excepción jocosa.
Después de lamentar esta incapacidad en el manejo del lenguaje, mi amiga reconocía avergonzada haber tenido que aprobar exámenes de un nivel tan pobre que no valdrían ni para aderezar un programa de gazapos estudiantiles. El presidente de la Junta le ha dicho al consejero de Educación que le diga a los rectores que tienen que aprobar los niños como sea. Los "flojitos" de mollera también, por favor.
Hoy día, una simple licenciatura sólo significa que menganito ha estado cinco años matriculándose en la universidad... y que tiene un título bajo el brazo que no acredita nada más que todavía no sabe nada.
¡Quieto ahí! ¡Que me lo traigan, que ya vota!
Luego te encuentras con que, como me contaba otro profesor (éste, ingeniero en Madrid), el 60% de los alumnos que asistieron a un reciente curso de verano sobre energías renovables no sabían lo que era el Cambio Climático. Entiendo que al curso acudían los más motivados, empeñados en invertir sus vacaciones en seguir... "aprendiendo", con lo que los resultados que se podían obtener de esa misma prospección entre el total de futuros ingenieros podrían ser escandalosos.
En totá, pisha, que el timo de la estampita sólo funciona con los tontos del bote y para seguir metiéndo la papeleta del puño y la rosa en el sobre de la mayoría cada cuatro años hay que seguir dándole a la manivela de hacer acémilas, no se vayan a dar cuenta. Así nos luce el pelo. Que la gente esta ciega de pura ignorancia. Cuando salga lo del golpe del 11-M nos vamos a reir... del vecino que se lo creyó.
Eso sí, ande yo caliente... Me acuerdo cuando cuando antes asustaban a los maduritos con eso de que "las generaciones futuras vienen pegando fuerte. Con tanta carrera, master y curso de postgrado nos terminarán llevando al paro". Ja, ja, me río yo. Con estos cenutrios que vienen detrás, nos van a pedir de rodillas que no nos vayamos.
1 comentario:
Mis amigos profesores universitarios alucinan con lo que llega cada año a la Universidad pero alucinan más aún con lo que sale.
En muchas Universidades incluso advierten seriamente a sus profesores que ni se les ocurra catear demasiado que lo importante es la facturación de final de mes.
Visto lo visto, así llega a Ministro o Presidente cualquier mediocridad.
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