
Sospecho que esto del pinganillo senatorial, tan criticado estos días en todos los medios, no está recibiendo un juicio justo, como expresión artística que es, pero me queda la tranquilidad de saber para mis adentros que la historia lo recordará en su merecida magnitud. Acaba de nacer el arte del pinganillo, suerte de tropelía que se comete...